Introducción:
No me gusta hablar de esto, pero lo tengo que decir, porque si me lo sigo tragando, me va a seguir pudriendo por dentro. Esta no es una historia de héroes ni de finales felices. Esta es la historia de un cabrón que se quiso morir... no una, ni dos, sino cinco o seis veces. Sí, yo. Freddie. ¿Y sabes por qué? Porque una persona a la que le entregué todo, me rompió de una forma que ni yo sabía que era posible romperse. Me vació. Me hizo sentir que ya no valía ni el aire que respiraba.
Pero no estoy solo en esto. También quiero hablar de alguien que no conocí, pero que me pegó como si fuera sangre mía. Rosalie Ávila. Una niña... una niña, cabrón, que se colgó porque no aguantó el bullying en su escuela. ¿Te imaginas lo jodido que está este mundo para que una niña decida irse porque otros la hicieron sentir menos? Porque nadie la defendió. Porque nadie escuchó su dolor. A mí esa historia me partió el alma.
Entonces no, esto no es para que me tengas lástima. Esto es para que entiendas que el suicidio no es cobardía. Es desesperación. Es un grito que nadie escuchó. Es el infierno donde muchos viven en silencio. Y si yo estoy aquí, es porque algo más fuerte que la muerte me agarró del cuello y me dijo: “¡No te vas todavía, hijo de la chingada, porque hay gente que necesita escuchar tu verdad!”
Y por Rosalie. Por mí. Por todos los que un día pensaron en rendirse... esta voz no se calla.
Comenzamos con una plática que tuve con Dios... Creo que fue sueño, Pero se sintió tan real.. y luego con el caso de Rosalie.
ROSALIE AVILA. EPD.
LOS ÁNGELES PUEDEN VOLAR
Biografía poética de Rosalie Ávila
(Redlands, California)
“Y entonces... brinqué”
Un día me cansé de intentar encajar,
de ganarme un lugar en su círculo dorado,
el de los amigos populares, los queridos,
los que todos buscaban,
los que todos admiraban
Yo también quería que me quisieran,
que me miraran bonito,
que dijeran “ella es parte de nosotros
Aunque caminaba con ellos,
Me prometí:
“No permitiré más humillaciones.”
Y lo logré.
Perdoné.
Sí, perdoné a cada uno.
Y aún los comprendo.
Porque entendí algo:
Quien hiere,
es porque está herido.
Quien humilla,
es porque se siente pequeño.
Y yo...
yo me sentía libre.
Libre como nunca antes.
Libre como los ángeles.
Mi mamá...
mi hermosa mamá.
Y yo también la amaba con todo mi corazón.
Un amor tan puro,
tan grande,
que ni la muerte puede romperlo
Ahora,
yo le canto a ella.
La acaricio cuando la siento triste.
Llego sin decir palabra.
Y aunque no me vea,
sonríe.
Porque sabe que estoy allí.
Como siempre.
Como antes.
Como para siempre.
---
A mi papá,
lo vi destrozado cuando me fui.
Me dolió.
Me sigue doliendo.
Quisiera decirle que lo amo,
que lo extraño,
que no fue su culpa.
Y a mi hermanito…
el que me encontró,
quiero decirle:
lo siento.
No era mi intención asustarte.
Nunca.
---
Yo era una niña feliz.
Y ahora soy más.
Pero...
hubiera querido quedarme.
Hubiera querido vivir.
Y por eso te hablo a ti,
a quien me lee,
a quien me escucha:
Detén el bullying.
Las palabras hieren más que los golpes.
La humillación mata más que el silencio.
El bullying no es un juego.
No es chiste.
No es gracioso.
El bullying rompe almas,
apaga sueños,
arrastra vidas.
Yo fui una víctima.
Pero también soy un ángel.
Y desde aquí,
te pido:
Sé luz.
Sé paz.
Sé amor.
Dile algo bonito a alguien hoy.
Haz sentir a alguien especial.
Dios te ama,
igual que me ama a mí.
Si los ángeles pueden volar...
¿por qué tú no?
---
Mi nombre es Rosalie Ávila,
nací en Redlands, California.
Soy la niña que partió…
pero que sigue volando,
por ti,
por todos,
por el amor.
(Redlands, California)
AL MAR7
QUE PASA CUANDO TU EX TE INSITA A QUITAR TE LA VIDA.!
DESPUES YO ERA. "EL MALO"
PRÓLOGO:
Cuando la justicia se tuerce por género
Esto no es un lamento. Tampoco una confesión. Es un grito con los dientes apretados, una verdad que muchos callan por miedo a ser juzgados, por miedo a que los traten de locos, violentos o débiles. Pero yo no tengo miedo. Ya estuve muerto por dentro muchas veces. Lo que vas a leer es mi historia, sin filtro, sin censura, pero con el corazón en la mano.
No odio a las mujeres. Amo a mi madre más que a mi propia vida. Pero no voy a quedarme callado mientras el sistema y algunas mujeres abusan del título de víctimas para destruir a un hombre. No todas, claro. Pero las que lo hacen, saben muy bien el poder que tienen.
¿Y sabes qué es lo peor? Que cuando una ex esposa dice algo, no importa si miente, exagera o actúa... la policía siempre le cree. A nosotros nos toca callar, justificar, defendernos con las manos atadas mientras ellos nos encasillan en la misma caja: el hombre siempre es el agresor.
A mí me pasó. Mi ex supo exactamente cómo manipular la narrativa. Me quitó cosas, me hizo sentir menos, y cuando me quebré por dentro y ya no podía más, ahí estaba, no para ayudarme, sino para hundirme más. Y aún así, fui yo el que terminó esposado, con la cabeza abajo y el alma hecha pedazos.
¿Dónde está la justicia cuando uno se está desangrando por dentro y lo único que recibe es burla, desconfianza o una patrulla en la cara? ¿Dónde están los que deberían preguntar primero cómo te sientes antes de ponerte una etiqueta?
Este libro no es contra las mujeres. Es contra el abuso emocional, venga de donde venga. Es contra el mal uso de la ley. Es contra un sistema que muchas veces se traga al hombre sin preguntar. Es una carta desde el infierno mental que viví, para que otros no tengan que tragarse la suya en silencio.
Y sí, en especial, esto también lo digo por mi ex. Tú sabes quién eres. No porque te odie, sino porque me marcaste. Porque en vez de ayudar, empujaste. Porque jugaste con mis ruinas cuando yo solo quería que me miraras con humanidad.
Gracias por nada.
Gracias por todo.
Porque lo que no me mató... ahora escribe estas página.
RAM MAR AKA "MALO"

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Evelyn Harris
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